Sólo la práctica hace maestro al alumno

por Sandra Oseguera

Tips para mejorar nuestra vibración y elevar nuestro nivel de consciencia:

Comencemos por lo simple. Es muy importante aprender a seleccionar las influencias que llegan a nosotros a través de los sentidos, es decir; seleccionar lo que vemos, lo que leemos, lo que olemos, oímos, comemos, pensamos, sentimos y por lo tanto manifestamos.

Así por ejemplo, en lugar de ver un programa de farándula, elegir uno de contenido cultural, o una película de mensaje positivo. Evitemos los noticieros ya que desafortunadamente el contenido es bastante negativo seguramente afectará nuestro estado de ánimo e incluso de salud. En lugar de leer el libro vaquero elegir un libro o texto de desarrollo humano, espiritualidad o cualquier ciencia de nuestra preferencia. En lugar de prestar atención y oído a los chismes, y escuchar música de contenido pobre, vulgar o violento, seleccionar música sublime, armoniosa, que favorezca nuestro estado de ánimo y cognitivo. En lugar de ingerir alimentos procesados, elegir alimentos lo más naturales y puros posibles, evitando excesos y procurando el balance necesario, así como realizar actividad física, dormir 7-8 horas diarias, evitar desveladas y eliminar de nuestros hábitos el consumo de sustancias nocivas como alcohol, tabaco, drogas, incluso los medicamentos, a menos que sea realmente necesario tomarlos (por aquello de la farmacodependencia, inadecuadamente hay quien consume coca cola con sedales o pingas que para subir la energía, ustedes y yo sabemos que hay otras maneras más saludables para subir la energía, empezando por dormir y comer adecuadamente), siempre como primera opción procurar tratamientos naturales… nuestra salud física y mental nos lo agradecerán.

Nosotros como iniciados en el ocultismo poseemos muchas herramientas que la mayoría de personas desconoce, usemos el conocimiento a favor propio y de la humanidad.

La elección de colores con los que convivimos también es importante, no lo dejemos de lado, tanto para vestirnos como para ambientar nuestros espacios. El color negro no permite el paso de la luz, la absorbe, incluso afecta a los pulmones en el proceso de asimilación del oxígeno, repercute en el estado de ánimo y contrario a lo que se cree, contribuye al aumento de peso aunque superficialmente luzca su esbelta figura, no es favorable, lo hará comer más. Evítelo (ver cromoterapia). No es casualidad que se utilice de manera inconsciente en estados depresivos, en la magia negra, etc.

El blanco por el contrario, es la reunión de todos los colores, permite el intercambio natural de la energía sin represiones tanto físicas como psicológicas. En general los colores pueden favorecernos o perjudicarnos, a grandes rasgos colores recomendados; verde, azul cielo, violeta, etc, preferentemente tonos claros, pueden incluso ayudarnos a mejorar nuestra salud, solo por poner algunos ejemplos.

Los objetos que decoran nuestros espacios también son influencias y al mismo tiempo consecuencias de nuestro estado de ánimo y de consciencia, como ejemplo recuerde la decoración de un taller mecánico, la galería decente y sublime que engalana las paredes (sarcasmo), los baños de lugares públicos, las prisiones, los hospitales, etc, la decoración de cada lugar refleja rasgos de las personas que ahí habitan pues se impregnan de la energía de las mismas con lo que se desarrolla la ambientación de los lugares. Por eso podemos por medio de la intuición percibir lugares buena vibra que nos hacen sentir bien y lugares de vibra negativa o baja vibración y tenemos ganas de salir corriendo, pues nos afectan.

Pongamos atención a nuestra casa, hagamos de nuestro hogar un verdadero santuario, atendamos la limpieza, el orden y evitemos la acumulación innecesaria de objetos. Que la ambientación de nuestro hogar refleje lo que deseamos: podría ser un lugar de paz, armonía, de amor, con objetos que enfaticen la Sofía de lo que hemos alcanzado y aspiramos alcanzar aún y no ignorancia, aglomeración inútil o mugre.

Mejorar el vocabulario surte también sus efectos positivos, sobre todo cuando nos enfocamos en ser optimistas, a abrir la boca para construir. Las palabras son poderosas, son manifestación del pensamiento, por lo tanto, nuestro mundo externo tiene origen ahí, en el pensamiento, nos conviene mejorar la calidad de lo que pensamos y de lo que hacemos, para conocer el estado de consciencia de cualquier persona basta con poner atención a su manera de pensar, de decir, a sus gustos y hábitos. Y ojo, antes de ponernos a juzgar a la comadre, a la vecina, al hijo, al jefe, que por como hablan, que por la música que escuchan, que por los gustos y preferencias recordemos que:

“Todo lo que te molesta de otros seres, es sólo una proyección de lo que no has resuelto de ti mismo”.

Sigmund Freud

¡A trabajar en nosotros mismos!