por Martha Jáuregui
Observa el mundo que te rodea, la felicidad e infelicidad que hay a tu alrededor y dentro de ti. ¿Qué la causa? ¿La situación económica, el empleo o el desempleo, el gobierno, la soledad, la compañía, tu hijo que se va, tu pareja que te dejó o que regresó? Hay una sola cosa que origina la infelicidad: el apego.
Es una especie de capricho emocional, de vinculación a una cosa, situación o persona determinada, originado por la creencia de que sin "eso" no es posible ser feliz.
El apego tiene dos puntas, una positiva y otra negativa. La positiva es el estado breve de placer y emoción que se siente cuando se logra aquello a lo que estás apegado. La negativa es la sensación de amenaza, preocupación y tensión que sientes cuando pierdes lo que deseas.
El desapego es "la determinación de ser libre". El desapego es lo contrario de la dependencia. Podría definirse como "carencia de sed". Piensa en el ánimo de una persona desesperada por la sed y en el de alguien que no la tiene. El desapego es amor. Implica vivir en el presente, en el aquí y ahora, aceptando la realidad y los hechos que van sucediendo. Que soltaremos de la mano lo que amamos, pero sin dejar de amarlo.
Despréndete de todo y de todos sin dejar de compartir, disfrutar y ser feliz. En el desapego no hay una relación de dependencia, no hay expectativas.
El desapego no implica renunciar a los sueños de tener todo aquello que se desea. Lo importante es no sentir miedo de perder lo que se tiene. Poder valorar otras cosas importantes de la vida y no sufrir por las pérdidas, sino reciclarlas y ver siempre el lado positivo, preguntarnos cuál es la lección que tenemos que aprender de lo que nos está pasando y siempre hacer el esfuerzo de mirar la realidad desde muchas perspectivas.
4 claves para practicar el desapego
1. La Introspección: nos sirve para conocernos, para preguntarnos y reflexionar hasta encontrar las respuestas necesarias. ¿Qué nos aporta realmente esa prenda que nos hemos comprando? ¿En qué nos ayuda tener tantas cosas que no usamos, gente que nos desgasta o nos hace daño? ¿Porqué seguimos teniendo un vínculo con ellas, qué estamos haciendo mal? Son todos interrogantes que solamente cada uno podrá resolver. La meditación es una poderosa herramienta.
2. Intentar una Conducta Distinta: destinar un fin de semana a hacer algo diferente que no implique el uso de la billetera y con el objetivo de encontrarse con uno mismo. Realizar un pequeño cambio para hacer la gran diferencia. Ver qué otra manera de vivir y relacionarse con el mundo es posible.
3. Ser Feliz sin depender del resultado: estamos acostumbrados a otorgarle emoción a una determinada situación si nos da satisfacción el resultado obtenido. ¿Qué tal si nos educamos a ser felices por estar junto a nuestros seres queridos, por compartir un maravilloso día de sol o de lluvia, por las cosas sencillas que son las que en definitiva deberían ser importantes?
4- Dar: Es la mejor manera de ejercitar el desapego. Compartir lo que uno tiene, no tener miedo de que no vuelva. Dar con amor y verdadera generosidad. Esta actitud es muy poderosa ya que estaremos vibrando tan alto que recibiremos lo mismo que somos capaces de dar. Un gran desafío puede ser regalar con amor aquellos objetos que son especiales para nosotros: una prenda de ropa que nos guste mucho, un libro, algo que tenga un gran significado emocional para nosotros y que nos cueste desprendernos.
Fuente: www.leyatraccionpositiva.com
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