por Arcelia Aviña
Su nombre significa "hijo de león". Nació en Esparta el 11 de agosto del año 521 a.C., de acuerdo con su educación recibida fue un gran soldado y uno de los estratégos más importantes de la historia, maestro en lucha cuerpo a cuerpo.
Sobre Esparta y todo Grecia pendía la amenaza de la invasión persa, por lo que ambos países se unieron en una causa común: Atenas impediría su paso por mar bajo el mando de Temístocles, que acabó con la pesada flota de Jerjes en Salamina.
Leonidas había sido elegido rey de Esparta en el año 448 a.C. y a él le tocó estar al frente de 300 hoplitas y 4,000 soldados aliados, con ellos tendría que enfrentarse a 125,000 hombres (480 a.C.).
Los invasores penetraron en Grecia por el norte, mediante un puente hecho con barcazas unidas para pasar así el Helesponto, iban a pie, bordeando la costa. Leonidas los espero en el desfiladero de las Termópilas de entre 5-15 m de anchura (el oráculo profetizaba que los griegos solo podrían salvarse con la muerte de algunos de sus reyes, a lo que Leonidas había dicho: "Yo soy ese rey"). Así cuando Jerjes exigió a los griegos la entrega de sus armas, contestó: "Ven a buscarlas".
Aguantaron 5 días con muy pocas bajas, mientras que los persas tuvieron cerca de 10 mil bajas en solo 2 días. Heródoto cuenta que animaba a sus hombres diciendo "El rey Jerjes cuenta con muchos hombres pero pocos soldados". Cuentan también que cuando un centinela dijo "tenemos ya encima a los persas", él contestó "no los tenemos encima sino debajo", a lo que el soldado contestó "señor, encima o debajo, es tal el número que con sus flechas oscurecerán el sol", Leonidas respondió "mejor, lucharemos todo el tiempo a la sombra".
Los espartanos estaban mentalizados para la victoria, si perdían, lo perdían todo: la vida, las casas, la familia, la patria y no podían permitírselo, además su preparación física era extraordinaria y estaban mejor armados; sus lanzas de 2.5 m pesaban poco más de 1 kg, sus cascos y escudos eran de bronce, frente a los escudos de mimbre de los persas.
Leonidas mandó a casa a los 4 mil soldados y quedó solo con sus hoplitas y les dijo: "desayunad bien, porque esta noche cenaremos en el Hades". Aquel día un traidor griego, Efialtes, guió al general persa Hidarmes hacia la retaguardia. Leonidas había reforzado el lugar con un millar de hombres que abandonaron sus puestos y entonces fueron rodeados, por lo que decidió quedarse solo con 300 en el paso y mandó a los que quedaban para que contaran en sus casas lo que habían visto, solo la muerte pudo con ellos, combatidos por arqueros. Al final cayó abatido cuando ya quedaban pocos espartanos.
En el lugar donde cayó muerto hay un monumento con un león y una inscripción que dice: "Oh, extranjero, informa a Esparta que aquí yacemos, todavía obedientes a sus órdenes".
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