por Carmen Jauregui
La resiliencia es la capacidad para afrontar la adversidad y lograr adaptarse bien ante las tragedias, traumas, amenazas o estrés severo. Estos sucesos de gran impacto producen sensación de incertidumbre y dolor emocional, aún así, la persona logra sobreponerse y adaptarse a través del tiempo.
El camino que conlleva no es fácil ya que implica malestar emocional y estrés. A pesar de ello la persona saca la fuerza que le permite seguir con su vida frente a la adversidad o tragedia.
La persona resiliente sabe aceptar la realidad tal como es, tiene profunda creencia en que la vida tiene sentido y tiene una inquebrantable capacidad para mejorar. Son capaces de controlar sus emociones y permanecer centrados ante una crisis; su optimismo es realista, tienen una visión positiva del futuro y pueden controlar el curso de su vida, su estilo de pensamiento se caracteriza por ser realistas, exactos y flexibles.
Beneficios de la resiliencia: mejor autoimagen, optimistas, afrontan retos, más sanas físicamente, logran éxito en trabajo o estudio, satisfechas con sus relaciones y menos predispuestas a la depresión. Contribuye a que la persona sea más resilente: el apoyo emocional, tener en tu vida personas que te quieran y en quien puedas confiar, ver los problemas como retos que puedes superar y no como amenazas. Tomar tu tiempo para descansar y recuperar fuerzas, sabiendo lo que puedes exigirte y cuándo debes parar. Confiar tanto en ti mismo como en los demás.
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