por Liss González
Fue la mesa alrededor de la cual se dice que los Caballeros del Rey Arturo se sentaban. En la Europa Medieval, un caballero era un guerrero, un soldado. El verdadero Caballero tenía un código de conducta: sostener la justicia, defender al débil, derrotar a los opresores, combatir lo injusto, y lo perverso. Pero un significado más profundo era luchar no sólo con los, sino superar sus propia debilidades, sus enemigos internos. Existe un ejemplo de esto en el relato de uno de los caballeros del Rey Arturo. Se dice que Sir Galahad peleó una vez contra dos caballeros terribles, uno rojo y otro negro lo que significa que peleó contra la crueldad (el caballero rojo) y el odio (el caballero negro), siendo éstas tal vez tendencias en él mismo.
La mesa a la que los caballeros del Rey Arturo se sentaban era redonda porque a todos los Caballeros se los consideraba iguales; ninguno era más importante que los demás. Normalmente, la persona más importante se sienta a la cabeza de la mesa y la menos importante, al final. Pero una Mesa Redonda no tiene ningún asiento a su alrededor que sea superior o inferior a los demás, de modo que todos los caballeros se sentaban a la misma distancia del centro de la mesa, lo que significa que ninguno era más importante que el otro. Como somos ahora, y como nos conocemos a nosotros mismos, sabemos que no todos somos iguales, igual de buenos, justos, amables y sabios, porque todavía tenemos mucho que aprender de la vida. Pero en lo profundo de nuestro ser somos igualmente buenos, justos, amables y sabios, aunque no siempre podemos expresarlo en nuestros pensamientos y en nuestras vidas. Todavía estamos en una búsqueda, tal vez buscando el Santo Grial, nuestra verdadera y divina naturaleza. Algunas personas pueden ser más sabias o más bondadosas que otras, pero ninguno es, más importante que otro. Todos compartimos la misma humanidad.
Una Mesa Redonda es circular. Si un círculo se reduce en tamaño, concluye en un punto, que es símbolo de unidad. O si el punto o el círculo se extienden, resulta en un círculo mayor o una esfera, donde todos los puntos en la superficie están a la misma distancia del centro, el Uno. Si el círculo se extiende infinitamente, puede abarcar el infinito, todo lo que existe. De modo que todo, una esfera infinita, refleja la unidad: un solo punto. Así, la Mesa Redonda también es un símbolo de la unidad, la igualdad, la fraternidad y lo fraterno, que debería existir en la Humanidad.
Se profetizó que, cuando el Santo Grial se encontrara, sería el fin de la Mesa Redonda: “Cuando se encuentre el Santo Grial, el fin de la Mesa Redonda estará cerca, pero su fama no se olvidará hasta el fin del mundo.”
Se mencionó que otra de las obligaciones de los Caballeros de la Mesa Redonda era buscar el Santo Grial. Se dice que éste era un cáliz o vaso que se supone contuvo la sangre de Cristo cuando fue crucificado, y que tenía poder curativo espiritual. En un sentido más profundo, el Grial puede significar el recipiente que contiene lo Divino, la Vida Una, o el recipiente de Dios.
Se pueden aprender muchas lecciones de los cuentos del Rey Arturo y sus caballeros. Ninguno de nosotros es perfecto. El Rey Arturo cometió errores, Percival cometió errores y perdió oportunidades. Todos cometemos errores y perdemos oportunidades. Pero es por estos errores que aprendemos.
Las obligaciones de un caballero también tienen lecciones para nosotros: luchar contra la injusticia y la falta de compasión, también en nuestro propio corazón, y defender a quienes son más débiles y están oprimidos. Sólo cuando aprendemos esas lecciones y vivimos para beneficiar a todos y a todo, podemos continuar la búsqueda del Santo Grial y encontrarlo, en nuestro propio corazón.
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