por Sandra Oseguera
La mente es un arma muy poderosa, es creadora de gran parte de nuestros problemas, los cuales, la mayoría de veces ni siquiera son problemas, puesto que son creación, proyección e interpretación nuestra y rara vez sobrepasan el plano mental; es ahí donde tienen origen nuestras ideas, pensamientos, sentimientos, creencias y conductas. Afortunadamente esto también es una valiosísima fuente de soluciones, si en la mente está es la causa, también está la solución.
El estudio de la psique, ha determinado tres niveles que la constituyen y estos son: el consciente, el subconsciente y el inconsciente. El consciente es un área lógica y analítica, es muy limitada en cuanto a procesar información, entre sus funciones, nos permite centrarnos en el aquí y ahora.
La mente subconsciente es como una base de datos, que ha registrado todo lo que ha pasado por nuestros sentidos a través del tiempo, desde que nacemos, hasta el día de hoy. Es ahí donde los hábitos se desarrollan como consecuencia de la repetición, de igual manera es ahí donde se desarrollan los apegos. La naturaleza del subconsciente es resistirse al cambio, mantenerse sin modificaciones que alteren e impacten en la estructura de la personalidad. Lo registra absolutamente todo 24/24, los 365 días del año.
La mente inconsciente es la principal fuente de sabiduría del cuerpo, se le conoce como mente primitiva o cerebro reptiliano, es ahí donde tienen origen nuestros instintos y reflejos. Es básica para la supervivencia, lo primero que se forma cuando el bebé se encuentra en el vientre materno, tiene una función protectora que nos garantiza mínimo comer (mamar) y dormir, entre otros.
Imaginen lo siguiente: la estructura de la mente es como si fuera un iceberg, la parte superior, la que sobresale al nivel del agua es la parte consciente, es decir el 12% de nuestra mente. La parte oculta del iceberg, lo que se encuentra dentro del agua corresponde al 88% y se conforma por el subconsciente, lo reprimido, lo bloqueado, lo “aparentemente olvidado”, y el inconsciente.
Una pregunta importante para considerar es ¿por qué suele fallarnos la fuerza de voluntad? Alguna vez han escuchado: “quiero cambiar pero no puedo" ó "es que el inconsciente me traiciona”. Porque la fuerza de voluntad es un proceso de la mente consciente 12%, luchando contra la mente subconsciente 88%. Recordemos que la función principal del subconsciente es mantener la estabilidad, el menor cambio posible, con la intención de mantener a salvo la estructura psíquica de la persona (por eso más de alguno hemos salido con dolor de cabeza y otros síntomas, después de logia, por el choque de información, de los datos nuevos en comparación con los datos viejos, después de analizar la información a nivel consciente se digiere y se acepta generando cambios o se rechaza, aferrándonos a nuestras creencias previas aunque sean mentiras o ilusiones para evitar la fatiga, para no sentirnos amenazados por lo nuevo
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La hipnosis es un proceso natural de la mente, todos en algún momento hemos estado en hipnosis; al ver una película que captura nuestra atención, al estar absortos por el celular (Facebook, whatsapp, videos,etc), al ir manejando en carretera, concentrados en la línea, en estado de sonambulismo, los que son sonámbulos por naturaleza. ¡Naturalmente vivimos bajo hipnosis y ni cuenta nos damos! Bajo la manipulación de los medios de comunicación, mercadotecnia y publicidad, con la insignia oculta del consumismo, del miedo, de la inseguridad, la desconfianza, la apatía y lo que se les dé la gana darnos a quienes tienen poder e influencia masiva, a este tipo de hipnosis si hay que tenerle miedo y precaución y no ser víctimas de su contenido.
La hipnosis terapéutica por el contrario, es un proceso de aprendizaje, es un procedimiento que permite acceder al banco de datos de la persona y reestructurar la información almacenada ahí, con lo cual la persona pueda lograr cambios de sentimientos, creencias, conductas, etc. nos permite acceder a lo no consciente, a la sabiduría del cuerpo, a las respuestas.
Contrario a lo que muchas veces se cree, durante la hipnosis la persona estará despierta, consciente, no estará dormida, estará concentrada. Existen varios mitos acerca de la hipnosis, como ejemplo los siguientes: “sólo algunas personas pueden ser hipnotizadas, puedes quedar atrapado en la hipnosis, cuando te hipnotizan pierdes tu voluntad y pueden manejarte como a un títere y hasta obligarte a hacer algo que no quieres, sólo las personas estúpidas o de mente débil pueden entrar en hipnosis”. Totalmente falso, la verdad es que cualquier persona que lo desee y permita ser guiado lo puede lograr, no puede hacerse nada en contra de la voluntad de la persona, la persona puede salir de la hipnosis en el momento que lo decida. Es físicamente imposible que alguien quede atrapado, lo que podría pasar es que la persona se quede dormida, la realidad es que entre más inteligente y mejor concentración tenga una persona, más fácil entra a hipnosis.
Es la hipnosis la terapia más antigua que existe, los egipcios la utilizaban, Freud la utilizaba; ha sobrevivido hasta nuestros días gracias a la hipnosis de espectáculo, desafortunadamente el espectáculo demerita sus funciones terapéuticas. Cuando se le utiliza apropiadamente tiene múltiples beneficios.
¿Para que puede usarse la hipnosis? Para mejorar el autoestima, cambiar creencias irracionales, eliminar miedo y fobias, cambiar hábitos, como ejemplo dejar de fumar, eliminar ansiedad, para autoconocimiento, conocer el origen de diversos síntomas psicosomáticos y eliminar dichos síntomas, mejorar la prosperidad, desbloquear emociones para lograr metas y objetivos personales, reprogramar el subconsciente de manera positiva, y muchas más. En términos generales la hipnosis proporciona múltiples beneficios, como son: reducir ansiedad, mejorar oxigenación pulmonar y celular, facilitar la capacidad de concentración y aprendizaje, cambiar hábitos, fortalecer la autoestima, reprogramar el subconsciente, etc.
El subconsciente no distingue entre realidad o imaginación y esa, es la principal herramienta de la hipnosis.
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