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El significado de la Navidad

por Liss González


La Navidad tiene múltiples significados, cuyos orígenes son desconocidos para un gran número de personas. El conocimiento de sus significados y de sus orígenes hará que este día le brinde mucha mayor satisfacción a las que lo celebran. Si hemos de investigar el tema con cierto método, podemos utilizar la siguiente división: los aspectos históricos; las costumbres; y el idealismo de la Navidad. En cada una de estas divisiones, consideraremos brevemente los puntos más evidentes y significativos.


En la primera división, comenzaremos con Jesús Cristo. Por supuesto, Jesús es la idea central en cada una de estas divisiones; es, por decirlo así, el núcleo central de las celebraciones de Navidad. La palabra *Cristo* va generalmente asociada con Jesús, para designarlo en forma más particular, constituyendo una especie de título. El origen inmediato de la palabra *Cristo* es del latín,*Cristus, que a su vez tiene un origen griego que se usa para traducir la palabra hebrea "Mahsiah”, o Mesías, que significa ”El Ungido.” Las personas ungidas, o *Mesías*, eran esperadas en la categoría de reyes, para dirigir a los hombres en una batalla contra sus opresores, o bien para actuar como salvadores en un sentido moral o espiritual. La gente esperaba la llegada de un Mesías con el anhelo de librarse de las calamidades físicas y mentales y obtener la salvación. Los profetas hebreos, mucho antes de la era de Jesús, hablaron de la venida de un rey o de un Mesías. Uno de los primeros en hablar de esa manera fue el profeta Isaías. Se decía que el Cristo, este Mesías particular, se revestiría de justicia y rectitud, no se dedicaría a la guerra ni a la conquista, y se referirían a él como “el Príncipe de la Paz.”


La segunda división, se refiere a las costumbres tradicionales. ¿De qué modo se eligió el 25 de diciembre como fecha de la Navidad? Tuvo su origen en Roma, cuatro siglos después de su nacimiento. Antes de ese tiempo, durante los primeros cuatro siglos de la Era Cristiana, la celebración de la Navidad tenía lugar el 6 de enero, fecha de la Fiesta de la Epifanía. Se trataba de la conmemoración, no del nacimiento de Jesús, y en realidad de la visita de los Magos a Belén. El Papa Liberio de Roma entre los años 353 y 354 descartó la fecha del 6 de enero en favor del 25 de diciembre. De acuerdo con el calendario romano, el solsticio de invierno empezaba el 25 de diciembre.


Por lo tanto, se estimó muy conveniente relacionar la natividad de Jesús con el fenómeno del sol en su función astronómica de señalar el comienzo del invierno, que era una ocasión celebrada desde hacía tiempo por el pueblo. Ese día era conocido como el día del sol de la justicia. También, alrededor del 25 de diciembre, se celebraba la natividad del dios-sol de Asiria, que era una derivación del dios Mitra, de Persia, conocido como el dios de la luz. El establecimiento del 25 de diciembre para la natividad de Jesús servía para hacer resaltar en la mente popular que Él había nacido como hijo de un dios, por la relación que ese día tenía con la natividad de Mitra.


La fecha del 25 de diciembre, al ser escogida por los teólogos cristianos, no fue universalmente aceptada por todo el mundo cristiano. Es interesante notar que la Iglesia Oriental, que era rival de Roma y tenía su sede en Constantinopla y también en Antioquia, no aceptó la fecha del 25 de diciembre sino hasta mucho después. La fecha del 25 de marzo o el 28, alrededor del equinoccio de primavera, también se había declarado como día de la natividad. La razón por la cual muchos favorecían esta fecha es, que la primavera trae el renacimiento de la Naturaleza y el nuevo despertar de la vida. De hecho, la Iglesia Romana estaba ansiosa de corregir el sentido pagano que el pueblo de daba a las fiestas del 25 de diciembre. Como ya dijimos, esta fecha se celebraba en honor de Mitra, dios de la Luz. Era también la ocasión de la fiesta del Sol Invictus. Por consiguiente, se estimó lo más apropiado señalar las fiestas de Navidad para esa misma fecha.


Desde un punto de vista psicológico, se estableció de esa manera en la mente popular una cierta relación entre Jesús y el sol, y los fenómenos relacionados con el sol siempre han impresionado profundamente al hombre. Puesto que el sol había sido divinizado algunas veces por los antiguos; esta relación reforzó el concepto de la divinidad de Jesús.


La Saturnalia era una antigua fiesta romana en conmemoración del dios Saturno. Las fiestas de la Saturnalia tenían lugar durante la semana del 17 al 24 de diciembre. Muchas costumbres de la Saturnalia llegaron a incorporarse a nuestras celebraciones de Navidad. Más aún, la mayoría de las costumbres y maneras de celebrar la Navidad en todo el mundo no tienen un origen cristiano, sino que representan un sincretismo, es decir, un esfuerzo de reconciliar varias costumbres paganas. El regocijo de la celebración de la Navidad constituía un aspecto importante de la fiesta de la Saturnalia. Todas las escuelas se cerraban durante esa semana; la alegría y el júbilo se apoderaban de la gente. No se castigaban las transgresiones menores de la ley, no era necesario vestirse en la forma acostumbrada, ni existían en esos días las diferencias sociales. Tanto los esclavos como sus amos participaban en los convites en una misma mesa, todas las clases sociales se ofrecían regalos mutuamente.


Otro eslabón en el significado histórico de la Navidad puede verse en el nacimiento virginal de Jesús. Pero lo importante no es que Jesús naciera de una virgen en el sentido literal de este concepto. Lo verdaderamente importante es que nos demos cuenta de que en Él encarnó el Espíritu Divino; tal vez más que ningún otro ser humano, Jesús estaba imbuido en la consciencia espiritual. Desde el punto de vista del concepto místico, todos los hombres y mujeres son la encarnación del ser divino o espiritual.


Extracto tomado de: "El significado de la Navidad" por Ralph M. Lewis, F. R. C . Respetable Logia Simbólica Centauro No. 9-96

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